miércoles, 2 de mayo de 2012

El fútbol es así

Es la reválida. Era el momento de avanzar y conseguir tres valiosísimos puntos contra la Medinense, para conseguir mantener el sueño de la primera división. Sabedores de que en la ida, con un campo prácticamente impracticable y un frío digno de sobaco de yeti, la derrota fue de 2-0, los franjinegros afrontaban con ilusión un partido fundamental para sus aspiraciones.

No existía otra alternativa a la victoria para huir del pozo del descenso. El objetivo era más factible gracias a la progresiva desaparición de las temibles lesiones, pues Viruta volvía, y por fin había cambios en el banquillo, como en las últimas jornadas.

Edgar fue el encargado de dirigir al equipo desde una hora antes del encuentro, pues su homólogo Víctor estaba durmiendo la resaca. El simpático alopécico se puso el mono de trabajo y arengó hasta la saciedad a sus pupilos, sabedor de que un equipo que sale motivado tiene más posibilidades de triunfar. Con el propósito de vencer a los rivales, el once del Saso lo conformaban Miguel bajo palos, Tiñas en el flanco zurdo como defensa, pues Jorge retornaba a su posición de lateral. La dupla de centrales era la eterna David y Rubén. El centro del campo era para Dani, Mikel y El lechón rubio. La delantera la ocupaban Héctor, Tuqui y Viruta. Curioso fue el comentario de Edgar al mencionar que Viruta era más capaz que Tuqui, en un arrebato de sinceridad.

La contienda arrancaba mientras Jesús, Rivera, Javi Pérez, Santi y Juan esperaban su turno en el duro banco. El dominio inicial era para los bravos locales, conscientes de la relevancia del partido, si bien los primero minutos del encuentro se caracterizaron por la gran labor táctica de ambas escuadras, lo cual impidió que hubeira llegadas significativa a áreas.

Por fortuna, Víctor llegó para poner fin a la anarquía que su compañero había sembrado, y fue a los pocos momentos de su aparición cuando Mikel, en uno de esos goles que marca con el corazón, hacía efectivo el gol. 1-0 y Juan veía cómo su sueño se hacía realidad, pues aseguró que esa noche lo había soñado. La ventaja era fiel al fútbol que se practicaba, pues por primera vez en mucho tiempo el Saso jugaba como sabe, tocando el balón. La misma gárgola pudo aumentar el tanteador con un precioso disparo que restalló contra el larguero, cual cinturón en lomo de Pablo. Lástima ese chut, pues pudo significar un punto de inflexión para el devenir del duelo.

Los cachorros de Josele seguían siendo superiores, tanto en zaga como en vanguardia, por lo que el peligro lo llevaban los locales hacia la meta medinense. Justo antes del descanso, Tuqui iracundizó a Héctor con un disparo al cuerpo del arquero, en detrimento del 9, en posición privilegiada para el gol.

La dupla de entrenadores llegó al vestuario con las ideas muy claras, seguir tal y como se estaba jugando y plasmar la superioridad defensiva en una victoria. Poco más había que decir dado el compromiso de los jóvenes futbolistas.

Y de nuevo la diosa Fortuna apareció, pues a los 5 minutos tras el asueto Héctor agarró un cuero a pase de Viruta, asistente por partida doble, y lo introdujo para duplicar la ventaja. Gran labor por banda de Viruta, siempre incisivo y veloz.

La felicidad se adueñaba de Los cerros y todo hacía presagiar el ansiado triunfo local. Sin enbargo, un despiste en medio campo conllevó un envío profundo que el delantero rival no dudó en meter en portería. De nuevo aparecían los sudores fríos y los miedos en la mente franjinegra, muy castigada por la desgracia en los últimos tiempos.

Y así fue, porque en un error de marca el 2-2 se adueñó del electrónico gracias a un preciso remate de cabeza a la salida de un córner, donde el Saso estaba demostrando seguridad.

El partido volvía a abrirse y los cambios intentaban refrescar el duelo. Jesús, Santi, Rivera y Javi Pérez saltaban al tapete para buscar el ansiado gol, si bien no gozaron de ocasiones claras para decantar el triunfo, dado que el partido llegó a ser bronco y con mucha tensión, con la adrenalina a flor de piel.

El Saso atacaba con más corazón de cabeza, tratando de resistir a la ausencia por lesión de Xufo, con una microrotura que lo impidió seguir jugando. Quizá por ello a punto estuvo la Medinense de culminar la remontada, pero el envío lamió el larguero.

Ya estaba todo vendido, pues cuando el silbato del árbitro indicó el fin de los 90 minutos, el empate a 2 seguía reflejándose en los ojos de unos jugadores sabedores de que habían dejado pasar una ocasión de oro. Con todo, nadie va a bajar los brazos, sino que es momento de seguir soñando por la victoria.



EL DANDY:

Héctor. Su gol y su visión de juego permitieron llegar a ir con ventaja en el tanteador.

EL CRACK:

Mikel. Su amplio despliegue físico, junto a su gol, es muy de agradecer cuando algo va mal.

EL DURO:

Jorge. Se encaró, presa de los nerviso, con algún miembro de la Medinense.

VAYA DÍA:

Víctor. Dejó desvalidos a sus chavales.

EL KRAKEN:

Todo aquel que no crea que el Saso es de Primera División.



JN13




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