El fútbol deparaba un duelo inetresante el domingo a las 13 horas en el fuedo de Los Cerros. El Saso recibía al tercero de la categoría, el Simancas, en cuya casa empataron a dos. Los locales estaban mermados, pues a la ya infame lista de bajas por lesión se unían Jesús y Santi, ausentes por diversas causas. Fruto de este lamentable panorama Moureno y Abelardo tenían que modificar el sistema habitual en favor del 3-4-3.
Sabedores de que el panoraba era complicado, los gladiadores neroazurri saltaron con la victoria entre ceja y ceja. El dominio era visitante, pues el Saso apenas podía hilvanar jugadas consecutivas. Muestra de ello fueron unos córners que acabaron en remate lejano que Juan repelió con una buena estirada. El espíritu de Santovenia resurgió cuando en una falta, dudosa, que puso Xufo desde su casa, llegó a pies de Dani tras una serie de rebotes. El 6 lo metió y puso la ventaja en el tanteador.
Con un árbitro que veía menos que un gato de yeso, tocaba remar para defender la renta. Con casi cinco defensas debido a la atrasada posición de Raúl y Guille el equipo tenía que multiplicarse para detener las acometidas del Simancas. Tanto la defensa como la media lo hicieron de maravilla, impidiendo que el ataque rival acabara en gol. Incluso las faltas al borde del área que el colegiado dictó fueron bien repelidas. El fútbol es un deporte de errores. En un mal pase atrás de Miguel el cuero llegó a los pies del oponente, que con un buen pase en profundidad facilitó a su delantero para que igualara el marcador.
Todo seguía igual, con un Saso siguiendo un estilo que emocionaría a Clemente y el Simancas frustrado ante el muro franjinegro. Sin embargo, puede que con justicia, un desajusto defensivo habilitó a su delantero para que encarando a Juan, subiera el 1-2 al marcador.
Pintaban bastos para los locales, pues en apenas diez minutos habían perdido su ventaja. Con solo once efectivos, junto al maltrecho Carlitos, nadie diría que se pondrían de nuevo en pie. Pero con este equipo, todo es posible. Tras cambiar el sistema a un 4-4-2, todo cambió. El Saso comenzó a desplegarse y en un balón dividido, lejano, Dani puso el cuero por la escuadra tras sorprender al arquero rival. Un gol digno de aparecer en la televisión.
Y así llegó el tiempo de asueto. El 2-2 campaba por los Cerros tras una equilibrada primera mitad, en la que el Simancas manejó más la pelota.
Con la vuelta de los vestuarios todo siguió la misma tónica. El Saso apostó por tocar más el balón, máxima necesaria para no cansarse. El árbitro seguía empeñado en pitar faltas para el Simancas, que compensó con fueras de juego pitados al tuntún. Lamentable la actuación del trencilla para ambos equipos. En este momento Carlitos entró a jugar, aún dolorido de su tobillo. Apenas pudo mejorar la calidad del partido.
Los minutos pasaban y el resultado no se movía, con ocasiones para ambos bandos que los respectivos guardametas detuvieron con éxito, como sendas intervenciones seguidas de Juan para evitar el 2-3.
Cinco minutos esperó el árbitro para que un
Balones colgados al área casi igualan el duelo, si bien Pablo no pudo peinar adecuadamente un remate que salió lamiendo el poste. Y así acabó el duelo.
Marcado por el coraje, el ímpetu, el valor y el esfuerzo local y un fallo del portero. El fútbol es así y de nada sirve lamentarse. Hay que lamerse las heridas y derrotar al Santovenia en la próxima jornada.
Juntos podremos.
EL DANDY.
Como su propio nombre indica, Dani. Sus dos goles casi le dan un punto al Saso.
EL DURO.
El aficionado de la banda. Los berridos se asemejaban al de un carnero en celo.
EL CRACK.
Todo el equipo. Su arrojo demostró que incluso con once pueden ganar a cualquiera.
EL KRAKEN.
Juan. Su fallo grosero impidió llenar la casaca franjinegra con un punto.
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