lunes, 13 de febrero de 2012

La mejor defensa...

Domingo a las 15: 45. En plena ola de frío siberiano el Saso tenía que enfrentarse a un rival directo por mantener el legado en la primera categoría juvenil. El San Isidro, que había ascendido junto a ellos, se presentaba para dar batalla en la trinchera de los Cerros.

De nuevo el conjunto neroazurri tendría que afrontar una espiral de bajas en sus filas. A los gravemente lesionados Miguel, Morro y Pérez se unían el sancionado Santi y Viruta, aún con molestias en sus gruesas patas. Pablo tenía que entrenar a sus temerosos pupilos, por lo que tampoco pudo acudir. El lector se preguntará por El Gran Timonel, Carlitos. Como todos sabemos, cayó lesionado el anterior encuentro. No obstante decidió acudir a ayudar a sus compañeros, pero tras calentar un poquillo se declaró impotente. Además dijo que no podía jugar por el dolor en el tobillo.

Para contrarrestar esa baja, Víctor Moreno y Aberlardo, los entrenadores locales, incorporaron a Guillermo a sus huestes. Junto a ellos conformaría Miguel como jugador suplente, puesto que el once que ansiaba vencer a los amarillos lo integraban Juan bajo palos, Baúl en la banda, Dani en zurda y en el medio de la defensa David y Xufo. Por delante de ellos, pues el 4-3-3 persiste, estarían Mikel, Jesús y Hugo, siendo las bandas para Jorge y Tuqui. El punta, pues no hay otro mejor, Héctor.

Con un frío del carajo, el anaranjado árbitro ordenó el inicio de la contienda. En un incierto comienzo, con ambos equipos adoleciendo de toque y combinatoria, los primeros minutos fueron una agresión al fútbol. Fueras de juego mal señalados por el árbitro, faltas del correoso equipo amarillo que no pitaba, imprecisiones y pocas ocasiones de ambas escuadras precedieron un pase en profundidad que Tuqui, para cuasiinfarto de la grada, logró meter (lastimeramente) en el arco. Pero el trencilla decretó un fuera de juego inexistente. En un nuevo error Hugo, en claro órsai, se plantó ante el portero rival. Tan cómodo estaba que quiso hacer la cuchara, pero mandó el balón lejos.

El descanso llegó tras alguna peligrosa llegada del San Isidro que Juan detuvo bien. Una vez en la caseta, la dupla técnica tuvo que afrontar un nuevo reto ante la lesión de Hugo, al cual el también renqueante Guille sustituyó. La arenga de los jóvenes entrenadores, en busca de más posesión de pelota, pareció reactivar a sus subnormales avispados jugadores.

Con el cambio de campo, el Saso quiso el cuero, intentó tocarlo más para que el mejor ataque fuera una buena defensa. Y esto se hizo realidad. Pese a que Juan enloqueció y casi regala el balón al rival en un recorte arriesgado en su área, el equipo de calzón negro siguió llegando y tanto va el cántaro a la fuente, como dice el dicho, que pasó lo que pasó. Un córner de Dani cuya trayectoria el viento modificó llegó al flequillo del gordo astuto número 8, Xufo, que con la cabeza puso el 1-0 en el marcador. El Saso parece que funciona gracias a los goles de los defensas.

Este varapalo espabiló a la escuadra rival, que con balones largos bien solventados por la zaga puso en aprietos al arquero Juan. Y en ese marco, un nuevo varapalo para el club. Héctor "muñequita de cristal" Rayaces volvía a dolerse de los gemelos, por lo que Miguel, portero, tuvo que ponerse de ariete para suplir al 9.

Casi se cae el estadio cuando en una clara ocasión Miguel cedió el balón a su amigo Jorge que, inexplicablemente, mandó el cuero a un punto entre Kosovo y Bosnia. Casi llega el tanto de la tranquilidad, y como el que perdona la paga, el gol oponente llegó. En una ágil jugada de contraataque, un jugador rival encaró a Juan y desde fuera del área puso un ajustado disparo que igualaba el duelo.

Se disparó el canguelo El equipo local supo reponerse y  con calma, siguió hostigando al meta isidrino, pues tenían 10 minutos para ganar un partido vital para su futuro. Casi sucede con un balón en parábola de Miguel, pero el mundo se paró con un envío lateral de Tuqui que Mikel prolongó. En el primer palo, como mandan los cánones, estaba Miguel que con el espíritu de Santovenia metió el cuero. A punto estuvo de morir asfixiado por sus compañeros, pero no importaba. El Saso encarrilaba el trinfo.

Con una soberbia defensa que despejó todo intento de llegada rival, fuera aéreo o raso, la escuadra neroazurri supo usar el contraataque y DJ'OGE puso, con ajustado disparo a la cepa del poste, el definitivo 3-1 al tanteador. Y el árbitro pitó el fin de la agonía y del sufrimiento.

El partido demostró la dependencia del club local hacia su defensa, autora de 10 goles en la temporada y responsable de la positiva racha que atraviesa el Saso.

El domingo a las 13 horas, os espero en Los Cerros.

JN13.



EL DANDY.

Xufo. Su sobriedad defensiva y su gol dieron el triunfo al equipo local.

EL DURO.

Jesús. Dio una coz a un rival que casi provoca su expulsión.

EL CRACK.

Miguel. Desde el banquillo revolucionó el partido y marcó el gol decisivo.

EL KRAKEN.

Baúl. Pinipón no tuvo un encuentro muy afortunado, si bien sigue siendo un lateral extraordinario.



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