El rival era el Delicias, segundo clasificado, que llegaba a la cita tras 15 goles al San Isidro. No era buen presagio, pero basándonos en las adversidades superadas por los de la elástica a rayas, parecía factible puntuar.
Domingo a las 13 horas era el momento del partido, con un sol bastante agradable. Para vencer a los visitantes, el Saso contaba con el siguiente once, dispuesto por la dupla Moureno-Abelardo. Miguel en puerta, Guille en la derecha de la zaga, acompañado por el
El banquillo tenía dos efectivos junto a Juan, tres personas dispuestas a salir al campo en calidad de suplentes. Y así fue cuando, en pleno dominio visitante, el chotillo Virutas se resintió de sus molestias y fue sustituido, no sin antes marrar una clara ocasión. Fue reemplazado por Gandul Piñas, que se ubicó en defensa para que Guille fuera
Pintaban bastos para los neroazurri, pues el serio equipo contrario manejaba el cuero sin problema alguno, con continuas ofensivas por las bandas ante un frágil centro del campo, pues el rigor táctico de Carlos y Mikel dejaba mucho que desear. De ahí venían los quebraderos de cabeza.
La superioridad de Las Delicias quedó clara con un corner, pues un cabeceador aprovechó la mala saldia en falso de Miguel para subir el primer tanto al luminoso. Nada cambió con el gol, pues la tónica seguía idéntica, un Saso a la deriva que poco podía hacer para atacar. Sin embargo, la defensa tenía que multiplicarse para evitar un resultado bochornoso en los primeros 45 minutos.
A falta de garrote, Moureno y Gorosito intentaron cambiar las tornas del encuentro y recuperarle la cara al desastroso encuentro en el feudo de los Cerros.
El Saso decidió no escucharlos, pues un consejo como el "Salid a ganar" que entonó Gorosito ha de ser siempre seguido. El dominio seguía siendo visitante ante la apatía de los franjinegros, que remaban contracorriente para evitar lo inevitable. Y así sucedió con un balón puesto al área chica que, cabeceado a la red, subió el 0 - 2 al marcador. El fútbol era justo con el Saso, siempre por detrás del cuero, movido a placer por los Delicieros.
El sonrojante 0 - 3 se produjo en un inexistente penalty cometido por Pablón, que puso su mastodóntico cuerpo para cubrir el esférico. Injusta pena máxima. Tal era el berrinche de los enternadores lcoales que enloquecieron y a Jesús, que ya estaba calentando, se unió Juan, con objeto de dar un severo toque de atención a sus pupilos. Estos vieron que el espigado arquero podría quitarlos el puesto sin esfuerzo y decidieron ponerse las pilas. Gran baza psicológica.
Un inofensivo chut
Las Delicias olió la remontada y salió de su aturdimiento para subir la intensidad, y en sendos picotazos sobre la manzana local, en la que destacó David pese a que se iba por la pata abajo, pusieron el definitivo y justo 2 - 5 como resulatdo de un partido para olvidar.
La medular tuvo un papel pésimo, enloquecida y desubicada ante un rival ordenado y con calidad en las botas, al que el Saso en condiciones y con pundonor de otras ocasiones hubiera podido plantar cara e incluso vencer. No fue así y la actitud dejada ha de ser replanetada, con casos como el mal compañerismo de Mikel, siempre rezongón y anárquico.
El domingo a las 16 horas llega la cita definitiva. El Juventud Rondilla recibirá a los neroazurri, ávidos de un triunfo que los aleje del abismo del descenso, el hoyo máximo, más profundo que
Toca recuperarse, no salir el sábado y afrontar el duelo con máxima entereza y concentración para demostrar que no se consentirá perder por falta de ganas. Si son mejores, perderemos. No se toleran derrotas por factores externos.
EL DANDY:
Josele. Su elegante apariencia siempre encandila al público de los encuentros.
EL CRACK:
David. Pese a que estaba cagometrado, hizo un partido espectacular al corte y en defensa.
VAYA DÍA:
Viruta. Se lesionó por forzar en su reaparición.
EL DURO:
Edgar. Es más duro que la mierda de un choto.
EL KRAKEN:
Mikel. Pese a su gol su deslealtad y nula táctica empañaron su trabajo.
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