El José Luis Saso naufragó en Villabrágima aquejado de una carencia de juego que hizo fácil el triunfo local.
Las argucias y el juego directo del Sequillo pudieron con el intento visitante de ganar el partido.
Mucho hay que volver atrás en el tiempo para recordar una victoria del José Luis Saso en un campo de pueblo, de hierba natural y contra un equipo peleón, como suelen serlo en estos pueblos. Será el olor a campesinado o la agresividad de los rivales, pero lo cierto es que rara vez se consigue ganar en esos campos.
En la quinta jornada de liga, el Saso viajaba a Villabrágima para enfrentarse al Sequillo, por lo que fue becesario recorrer unos 60 kilómetros para llegar a dicha localidad, con un serio olor a gorrino. Allí, previo reconocimiento previo del 'gachi' (expresión acuñada por Josele) el equipo se concentró en los vestuarios para conocer el planteamiento con el que intentarían ganar fuera de casa. Allí Luis dio a conocer que, bajo un sistema de 4-4-2, jugaría Miguel bajo palos, David, Víctor, Edgar y Pérez como zagueros, por delante de ellos Héctor y el Lechón de la Dehesa. En las alas Juanqui y Xufo y como delanteros Mikel y Miguel. En el banquillo esperarían su momento Juan, Jorge, Sgath y Dani.
El partido arrancó con los franjinegros algo asustados a la hora de meter el pie y luchar balones divididos, tal vez intimidados por la fuerza manifiesta de los locales, que sin pudor alguno no les importaba golpear balón o tobillo. El primer tramo del partido fue un tostón inmundo, ya que el esférico estuvo más tiempo volando de acá para allá que rodando por el césped, que es como se juega a este deporte. En este juego trabado y directo, el Saso tiene poco que hacer, como Luis mascullaba en el banquillo.
Cuando apenas se habían consumido 25 minutos, llegó la primera ocasión de gol de los locales. El extremo diestro recortó hacia el interior y tras un quiebro ajustó un preciso disparo a la cepa del poste. Nada pudo hacer Miguel para evitar que su equipo se pusiera por debajo en el marcador. Con el Sequillo por delante y cómodo sobre su campo, el Saso tenía ante sí el deber de remontar el partido en una plaza difícil. Para ello era necesario hacer algo que no se realizó en 90 minutos, dar tres pases seguidos a ras del suelo. Las imprecisiones impidieron que a la postre pudiera voltearse ese gol sequillero.
Luis Saso expresaba su enfado maldiciendo sobre todo lo que ha estudiado e intentaba cambiar la disposición de sus pupilos para ver si estos reaccionaban. Ordenó volver al 4-2-3-1 de las últimas fechas y permutó la posición de Xufo con la de Juanqui en busca de un resultado que no llegó. El pelirrojo, muy perdido fuera de su querida zona de libre, no pudo ayudar a su equipo y, sin que hubiera acabado la primera mitad, pisó banquillo en favor de Dani.
Pese a los cambios tácticos y los gritos del entrenador, los neroazurri seguían perdidos por el campo, sin ser capaces de crear serio peligro para el portero local. Solo el buen hacer de Víctor y Edgar, brillante en la zaga, evitaron un resultado más abultado.
Luis reunió a los suyos en el vestuario para intentar dar un giro al encuentro, del que nada se podía salvar de una nefasta primera mitad. El cambio de campo y el inicio de la segunda parte no fueron suficiente para variar la tónica del partido. El Saso seguía perdido y sin dominar el encuentro, vagando a la espera de un milagro, mientras los locales mantenían su contundencia y juego duro, con el número 23 a la cabeza de la marrullería. Josele, que ya llevaba tres pitillos a escondidas (como Cruyff), calificaba estas argucias de algo habitual "en estos gachis se juega así", decía.
El equipo seguía dando tumbos y cayendo en un juego directo e ineficaz que no se traducía en ocasiones, salvo alguna llegada de Miguel que no llegó a concretarse como ocasión manifiesta de gol. Los del Sequillo aceptaban el 1 a 0 y se conformaban con mantener su portería invicta y en arrear al ataque ocasionalmente. Un juego muy de pueblo al que cuesta acostumbrarse y superar. Luis reaccionó dando entrada a Jorge y Sgahr en detrimento de Pérez y Juanqui en busca de mayor presencia ofensiva. Poco a poco los frajinegros iban llegando a área rival, ya que la profundidad de Jorge y ciertas incorporaciones de Carlitos hacían posible el tanto visitante. Mikel lo tuvo en sus botas tras una imprecisión del meta local, pero mandó su disparo fuera y con él las aspiraciones de su equipo a remontar.
La segunda parte avanzaba y no cambiaba el juego del Sequillo, cuya intensidad y mala leche superaba a un blando José Luis Saso. Ayudados por el árbitro, que no impidió su juego duro, era difícil superar a los de Villabrágima, de los cuales destacaba el 23, que tuvo intercambio de palabras con Luis, que lo puso en su sitio, y Josele. Su debate con el Geroge Clooney de las parkas se debió a que este recriminó que había golpeado a uno de sus chicos "sin querer queriendo". El 23, con similitudes a un ternero, no dudó en decirle unas cosas muy feas a Josele.
Dentro del mal partido realizado, el Saso estaba teniendo unos minutos de relativa presencia ofensiva, si bien esta fase del partido la hizo estéril un gol local a la salida de un córner. El rematador cabeceó implacable a la red sin una marca que lo impidiera. El 2 a 0 del marcador y la evolución del partido hacía difícil la remontada. Sin que se pudiera revertir la situación se llegó al final de un choque de hombres contra niños.
El próximo duelo del José Luis Saso será en tierras de Villalón, donde será importante el reencuentro con el triunfo tras una derrota que corta dos victorias consecutivas. Para ello se tendrá que saber lidiar con el juego de pueblo.
EL CRACK:
Edgar: El central brilló por su capacidad defensiva. Bien al corte y valiente en el cuerpo a cuerpo, el calvito merece este galardón.
EL DANDY:
Josele: Sus cigarritos en la banda y esas canas hicieron que más de una de la grada suspirara por sus huesos.
EL DURO:
El 23: El robusto y marrullero rival no paró de detener el ritmo y dejar el pie en todo el partido.
EL KRAKEN:
El que se encargó de inflar los balones del Sequillo. Semejante piedra, ozú.
@Juan13Navarro